miércoles, 20 de mayo de 2015

el medio del vendaval


MARTA GRACIA BLANCO









¿Os acordáis, mis queridos inexistentes lectores, del duelo de espadas de Kill Bill?
Es una de mis favoritas. La nieve fría, el blanco puro del kimono, los copos silenciosos, una sucesión de estampas precisas y preciosas, y la música, tan bien escogida, tan torera. Todo es ligero y delicado. Pero al final, las espadas afiladas cortan y hieren y matan. El blanco se rompe, la tela se rasga, la sangre mancha.
Pensaba ahora, por razones que no vienen al caso, que las palabras son como las espadas del samurai. Hay que tener cuidado al emplearlas porque cortan. Y en un duelo de palabras, nadie sale indemne. Pero suele vencer el que sabe emplearlas mejor.